Ingredientes
- 350 gr. de harina normal
- 150 gr. de harina de espelta
- 300 ml. de agua templada
- 20 gr. de levadura de panadero
- 1 cucharadita de sal fina
- 3 cucharadas de aceite de sésamo
- 1 cucharada de semillas de sésamo
Preparación
Disolvemos la levadura en agua templada.
Mezclamos la harina con la sal y añadimos el agua con levadura y el aceite de sésamo.
Enharinamos la mesa, volcamos la masa y amasamos hasta obtener una mezcla elástica y homogénea.
Al principio, si la masa está algo pegajosa, añadimos algo más de harina en la mesa y continuamos amasando durante unos 10 minutos.
Ponemos la masa en un cuenco enharinado, tapamos y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que duplique el tamaño, aproximadamente una hora.
Cuando haya crecido volcamos sobre la mesa, desgasificamos y damos la forma elegida a la masa.
Ponemos el pan en la bandeja de hornear forrada de papel sulfurizado, pincelamos la superficie con agua, espolvoreamos las semillas de sésamo y hacemos unos cortes superficiales con un cuchillo bien afilado.
Dejamos reposar durante una hora aproximadamente.
Precalentamos el horno a 220° en función vapor (si nuestro horno no tiene vapor ponemos en la base un cuenco con agua).
Introducimos el pan y horneamos a 220° durante 15 minutos. Bajamos la temperatura a 200° y horneamos hasta que esté dorado y la base tenga un sonido hueco al golpear con los nudillos, aproximadamente 20-25 minutos más.
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
El aceite de sésamo podemos encontrarlo en herbolarios.
Y una pizca de cariño
Xiana