miércoles, 27 de mayo de 2015

Pavlova de fresas

Esta tarta es dulce, delicada y etérea, como la bailarina Paulova de la que lleva su nombre.
Es el punto final perfecto para una comida con invitados porque deja un agradable recuerdo en el paladar además de que resulta apetitosa a la vista.


Ingredientes

  • 6 claras de huevo
  • 330 gr. de azúcar glas
  • 45 gr. de maizena
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de vinagre blanco de manzana
  • 500 cc. de nata para montar
  • 750 gr. de fresas

Preparación

Montamos las claras con la sal a punto de nieve firme. 
Cuando estén casi montadas añadimos el azúcar glass poco a poco y sin dejar de batir. 
Añadimos a continuación el vinagre y mezclamos hasta integrar bien. 
Incorporamos la maizena y mezclamos, yo lo hago batiendo a velocidad baja. Marcamos con lapicero un círculo del tamaño que queramos ( yo 27 centímetros) en un papel de horno y ponemos el papel en la bandeja de horno, con el dibujo hacia abajo, ponemos el merengue sobre el círculo extendiéndolo con el dorso de una cuchara. 
Precalentamos el horno a 150°, bajamos a 100° y metemos la bandeja con el merengue. 
Horneamos durante 3 horas aproximadamente. Pasado ese tiempo apagamos el horno y dejamos el merengue dentro hasta que se enfríe. Yo lo dejo hasta el día siguiente. 
Lavamos las fresas, apartamos 10 o 12 para hacer el sirope y el resto las partimos en trocitos pequeños y reservamos. 
Para hacer el sirope ponemos las 10 o 12 fresas, troceadas, en un cazo con dos cucharadas de agua y dos cucharadas de azúcar, cocemos hasta que estén blanditas. Trituramos y reservamos. El sirope debe estar frío en el momento de servirlo.
Montamos la nata, añadimos 4 cucharadas de azúcar glass y batimos hasta que esté bien mezclado.
Para montar la pavlova, retiramos con cuidado el papel del merengue horneado y colocamos sobre una bandeja, cubrimos la parte central con la nata montada y las fresas troceadas y reservadas. 
Conservamos en el refrigerador hasta servir. 
No es conveniente que pase más de una hora porque el merengue se ablanda. 
En el momento de servir regamos con un poquito de sirope reservado y presentamos el resto en salsera para que cada comensal se sirva al gusto.


El merengue es muy frágil por lo que debemos manipularlo con cuidado para que no se rompa.


Y una pizca de cariño
Xiana

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